La violencia en los estadios vuelve a ser protagonista, esta vez en Barranquilla, donde Jonathan Daniel Castellanos Rojas, un empresario bumangués y aficionado del Atlético Bucaramanga, fue víctima de un ataque con arma blanca por parte de supuestos ‘barristas’ del Junior. El hecho ocurrió el pasado lunes en las afueras del estadio Metropolitano, cuando Castellanos, quien se encontraba en la ciudad por motivos laborales, decidió aprovechar su estancia para asistir al partido entre ‘tiburones’ y ‘leopardos’.
Linda Marisol Rojas, madre del joven de 30 años, expresó su profundo dolor e impotencia ante lo sucedido y realizó un llamado urgente a las autoridades para que este acto no quede en la impunidad. “Ojalá investiguen bien, miren las cámaras del lugar para que den con los responsables de este hecho y así no quede impune”, declaró la madre, visiblemente afectada, en entrevistas con medios locales.
La situación se agrava debido a la falta de apoyo por parte de las autoridades. Linda denunció que la Policía Nacional no ha tomado medidas concretas ni se ha acercado a la clínica para formalizar la denuncia. “No nos han brindado mucho apoyo, no han venido a tomar la denuncia formal ni a la clínica. Dicen que debemos ir hasta la Fiscalía. Eso no es justo”, afirmó con indignación.
A pesar de la gravedad del ataque, el estado de salud de Jonathan ofrece un respiro de esperanza. Según Linda, su hijo se encuentra estable, ya que las puñaladas no comprometieron órganos ni arterias vitales. Sin embargo, la familia espera que, dependiendo de su evolución, pueda ser trasladado a su región de origen para recibir una atención más especializada.
El ataque ocurrió cuando Jonathan, acompañado de su esposa y un amigo, descendió de un taxi en las inmediaciones del estadio. Al caminar unos metros, fue interceptado por un grupo de ‘barristas’ que, bajo la excusa de solicitar cédulas a quienes no portaban la camiseta ‘rojiblanca’, identificaron a Castellanos como aficionado del equipo visitante y procedieron a atacarlo de manera violenta.
Hasta el momento, no se ha reportado la captura de los responsables de este cobarde acto, lo que genera preocupación y cuestionamientos sobre la efectividad de las medidas de seguridad en eventos deportivos. Este caso reaviva el debate sobre la violencia en el fútbol y la necesidad de tomar acciones contundentes para garantizar la seguridad de los aficionados y erradicar las prácticas agresivas de ciertos grupos organizados.
La familia de Jonathan, junto con su madre, espera que la justicia actúe con rapidez y que los responsables sean identificados y castigados, para que hechos como este no se repitan y los estadios puedan ser espacios de convivencia y disfrute, libres de violencia.
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