¿Censura en camino? Proyecto de ley podría otorgar al MinTIC poder sobre medios privados



Una intensa controversia se ha generado tras la revelación del contenido del artículo 10 del nuevo proyecto de ley presentado por el ministro de las TIC, Julián Ruperto Molina, el cual cuenta con el respaldo de al menos diez congresistas. Este artículo propone otorgar al Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones facultades de “policía administrativa” y “toma de posesión” sobre cualquier canal de televisión o empresa de tecnologías de la información, incluyendo aquellas de carácter privado.



Aunque el proyecto tiene como objetivo principal convertir el acceso a internet en un derecho fundamental y declarar este servicio como esencial para la población, la polémica surge por una disposición que podría permitir al Gobierno intervenir directamente en medios de comunicación y plataformas tecnológicas. Este aspecto del proyecto ha encendido las alarmas entre defensores de la libertad de prensa y la neutralidad digital.



La disposición, calificada en redes sociales como un “orangután legal”, introduce una medida que, según críticos, podría representar un riesgo para la autonomía de los medios de comunicación y el ejercicio libre del periodismo. La falta de debate público sobre este punto específico del proyecto ha generado inquietud, especialmente porque podría abrir la puerta a intervenciones arbitrarias desde el poder central, en detrimento de principios democráticos fundamentales.



El artículo 10, oculto entre las páginas de una iniciativa que busca ampliar derechos digitales, plantea serias interrogantes sobre las intenciones detrás de esta propuesta legislativa. ¿Se trata de un paso hacia el fortalecimiento de la conectividad y el acceso igualitario a internet, o es un intento velado de controlar los medios de comunicación y las plataformas tecnológicas bajo el pretexto de garantizar derechos fundamentales?

  




Analistas y opositores han solicitado una revisión exhaustiva de este proyecto de ley, argumentando que, en lugar de fomentar la expansión de derechos digitales, podría sentar un precedente peligroso para la libertad de expresión en el país. En un momento en que los medios y las tecnologías de la información juegan un papel crucial en la democracia, cualquier medida que permita una intervención gubernamental directa debe ser evaluada con extrema cautela.

El debate está abierto, y la ciudadanía exige claridad y transparencia en el proceso legislativo. ¿Estamos frente a una oportunidad para avanzar en derechos digitales o ante una amenaza para la libertad de prensa y la neutralidad en las comunicaciones? Solo el tiempo y el análisis profundo de esta iniciativa podrán dar respuestas.


Analistas y opositores han solicitado una revisión exhaustiva de este proyecto de ley, argumentando que, en lugar de fomentar la expansión de derechos digitales, podría sentar un precedente peligroso para la libertad de expresión en el país. En un momento en que los medios y las tecnologías de la información juegan un papel crucial en la democracia, cualquier medida que permita una intervención gubernamental directa debe ser evaluada con extrema cautela.



El debate está abierto, y la ciudadanía exige claridad y transparencia en el proceso legislativo.

¿Estamos frente a una oportunidad para avanzar en derechos digitales o ante una amenaza para la libertad de prensa y la neutralidad en las comunicaciones?

Solo el tiempo y el análisis profundo de esta iniciativa podrán dar respuestas.

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